Un Cuervo Mojado
Hace días cayó a mis manos mi cuaderno, es un evento regular que sucede algunas veces al año, yo creo que una o menos. No es que lo tenga anotado en mi agenda, es espontáneo. Esta vez mi última anotación era de septiembre de 2004. Me gusta hojearlo, y me reconozco en cada frase aunque las primeras notas son del 2000. Tengo temas recurrentes, me doy vuelta en los mismos problemas, en estos 5 años las cosas no han cambiado mucho.. yo sí he cambiado.
Mis primeras notas se situaban en mi primer año de universidad, cuando me enamoré. Fue la segunda vez que me pasó algo así, desde el colegio, desde aquel amor platónico que se destruyó cuando dejó de serlo. Esta vez fue tan especial todo, e insospechadas las consecuencias.
Eran días tristes, pesados, sin sentido.. mi hermano estaba internado en el hospital por crisis de depresión, íbamos todos los días que se podía a verlo. Se veía mal, incoherente, como esas personas que no se dan cuenta que todo se está cayendo a su alrededor. Cuando llegábamos podíamos ver su sonrisa, era lo único que esperábamos ver esos días.. nada más.
Durante su estadía se hizo amigo de otro niño que residía más o menos por las mismas razones, pero no estaba tan mal como él. Era mayor, fue su apoyo y compañía. Un día de visita lo vi, apareció en la puerta buscando a su madre con los ojos, y en las manos sostenía un cuadro grande de rojos y negros, de una angustia, de un sufrimiento… Me quedé pegada mirándolo, yo veía un cuervo mojado con sus alas tendidas, ojos transparentes y sinceros, tristeza y desesperanza.. no se cómo ni porqué.. me enamoré.
El día que mi hermano se iba, en la espera, la reunión con los doctores.. me quedé afuera y como nunca mi timidez quedó a un lado y me acerqué a preguntarle cualquier cosa. Podía ser la última vez que lo veía y no podía dejar que lo que me produjo muriera así. Su padre había muerto, estaba a punto de que lo echaran de la U, le gustaba el arte… era amigo de mi hermano y quería seguir siéndolo.
Esto fue en febrero. En marzo, pasó todo bien rápido… Andaba desconcentrada, dibujando flores, corazones, mariposas durante las clases, yéndome lejos de tanto en tanto, pensando en sus ojos, en sus manos, en su ternura… en fin. Cuando salíamos lo tomaba de la mano, no quería soltarlo, quería protegerlo de todo, el me lo devolvía con cada sonrisa, con cada mirada. Fueron días tan felices, tan todo. Y en marzo comenzamos a pololear.
A veces me gustaría volver a esos días, en que no importaba el futuro. En que yo coqueteaba y el conquistaba, en que cada gesto era agradecido con el corazón, lloraba mucho pero de alegría, tenía ganas de escribir, caminaba en nubes. Con el tiempo, el amor cambia, no es mejor ni peor, sólo distinto. Son otras las sensaciones y las preocupaciones. Pero hay ciertas cosas que nos hacen volver a los primeros años, y cuando pasan, escribo cosas como ésta.
Hay algo que no ha cambiado, sigues siendo todo para mí.
6 Comentarios:
¿Te acuerdas lo que te pregunté en el shop Dog?...
Me siento muy feliz porque me acabas de responder...
Antes creía que todas las historias de amor eran iguales, pero estaba equivocada...
Todas tienen algo único... en que una palabra, o un gesto las diferencia de las miles historias vividas.
Creo que la belleza reside en dos cosas: en las circunstancias y en los sentimientos que afloran...
Por eso me encantan las historias... cada una tiene su magia... y la tuya es magia desde el comienzo...
Me alegró mucho leerte...
Me emocioné... vaya...
me acordé de una canción de Silvio.. de una estrofa más bien... cortada -¡¡sí está bien¡¡, pero estrofa al fin y al cabo...
en fin... dice algo así:
"No quisiera un fracaso
en el sabio delito
que es recordar.
Ni en el inevitable defecto
que es la nostalgia de cosas pequeñas y tontas,
como en el tumulto
pisarte los pies
Y reír y reír y reír,
Madrugadas sin ir a dormir".
(...)
Uno de esos días de marzo unas compañeras me contaron que iban a la Quinta Normal a una presentación de teatro callejero francés (no recuerdo el nombre) y aunque no soy asidua a esas cosas me les uní. De pronto nos vimos sentadas en una gradería en óvalo, en medio de más de 1000 personas (creo yo), familias completas y muchos jóvenes, diversas tendencias. Me sentí invadida por una sensación de amargura, gente especial con una vida coherente con su mundo interior, me acordé de mi padre, su falta de tolerancia y lo desagradable de su rápido juzgar, superficial.
La obra, era una invitación a la imaginación a la fantasía, irreverente y profunda, dramática y cómica. Decorada con increibles efectos especiales... GENIAL
Fue algo muy especial, sentí la necesidad de que personas queridas lo vivieran también. Por eso al día siguiente, en su última presentación, invité a mi familia, una amiga del colegio y a esta nueva persona especial en mi vida.
En el auto familiar fuimos a buscar a este niño (no fue mi amiga) y cuando llegamos todo era un caos. Había muchísima gente, no había donde sentarse... no pudimos ver la obra. En cambio paseamos y disfrutamos del día en la Quinta Normal. Mi papá le preguntaba a mi mamá qué pasaba, por qué su hija le tomaba la mano a este niño si apenas lo conocía. Ya saben porqué le tomaba la mano, eramos "amigos" nada más, pero en nuestras miradas y gestos había mucho más que eso.
Me acuerdo que quisimos "navegar" en la laguna, los tres con mi hermano. Me sentía como una princesa de vestido frondoso y blanco, con blancas flores en las manos y al frente mi enamorado, apuesto y caballero que no me sacaba los ojos de encima. Mi hermano, entonces, se tuvo que dedicar a remar... jijijiji
Fue un gran día.
Uuuuuuuuuu
QUe lindo!!!
Córtala po'... me vai hacer llorar...
De veras...
mmmm... parece que me voy a ir a navegar...
Muy bueno, tienes bastante talento, pase un rato leyendote, sois formidable, espero seguirlo haciendo muy a menudo...
Milos
Con mas detenimiento mire todo el concepto de tu blog, de verdad es muy bueno, siempre se los artistas chilenos tengo un concepto alto, con una calidad literaria (que es el que me incumbe) lleno de madurez cubiertos con una creatividad muy buena, pase sumerjido algun tiempo entre artistas chilenos, Santiago y Valparaiso fueron mis atmosferas.
El cuerpo literario de la obra en si es formidable, esa bicotomia, diria simbiotica, es el genesis de tu estilo, por ser joven dominas muy bien el cuerpo que es el sentido mismo que se le imprime a aquello que imprimes y comunicas en cualquier genero, sea visual, literario o artistico inato, tacito diria, ese que no se expresa y solo se transpira.
Hasta pronto.
Milos Mashed
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