Nunca Debí Enamorarme de Ti
Ha pasado ya tiempo desde ese último beso entre manos enlazadas, pero el tiempo del corazón va y viene, atropellando cuánto muro de contención se le cruce y dejando una nebulosa estela de efectos secundarios.
En esos días en que él volaba a ras de piso, sus dedos impulsivamente marcaron aquellos números tan familiares como olvidados, en el celular. De pronto, se sintió dentro de sí vibrando con cada salto de su corazón. La voz del otro lado hizo que por fin su cerebro descifrara la información acerca de lo sucedido y estuvo a punto de tirar el aparato lejos… pero era demasiado tarde.
- Aló…, aló… ¿aló? – respondió la llamada con voz clara y segura. Ella ya finalizaba el proyecto que le daría aquel título trabajado por tantos años, en el último tiempo todo iba sobre ruedas. A sus amigos les gustaba su actitud positiva, a todos les parecía una persona alegre y confiable. Sin embargo, sin entender aún… sintió que al contestar volvía en el tiempo, a unos años atrás.
- E… Esperanza, hola cómo estás... – continuó sin esperar respuesta - … te llamo para pedirte que nos juntemos. Es urgente, tengo que decirte algo muy importante, ¿puedes mañana a las siete?..., te paso a buscar… – se detuvo al darse cuenta que le faltaba el aliento y la voz al otro lado comenzaba a oírse.
- Hola… qué raro es esto… no pensé que volverías a llamarme después de todo lo que pasó – ella necesitaba unos minutos para codificar aquella verborrea, como siempre lo había hecho, como antes lo hacía… su voz flaqueó en un suspiro casi imperceptible y en un impulso de curiosidad aceptó reunirse con su ex pololo.
Los primeros momentos con alguien que no se ve desde hace tiempo parecen ser de otros tiempos, pero la magia va desapareciendo con cada palabra, gestos al hablar y con cada mirada evitada; a veces no.
Ella subió al auto sin dejar de pensar en el motivo de aquel encuentro inesperado; en el motivo de él, pero más aún, el motivo de ella yacía en las profundidades de una laguna de aguas que parecían estancadas desde hace miles de años. Ya no aguantó más de trivialidades y le preguntó acercándose a él sin darse cuenta:
- … pero dime, ¿qué es lo que me quieres contar?, ¿por qué es tan urgente?... – antes que pudiera seguir, él responde:
- No es urgente, era para asegurarme que vendrías – y le sonríe. Se miran a los ojos, sonríen y ríen. La magia también puede volver.
- Lo que pasa es que me voy a casar – hace una pausa intentando escrutar en los ojos de ella - … quiero casarme con Claudia, tú sabes que llevamos años juntos y creo que es el momento para formalizar nuestra relación. Quiero hacer las cosas bien, quiero comenzar liberado y tranquilo, sin fantasmas del pasado. Por eso quiero conversar contigo especialmente, fuiste muy importante para mí… lo eres… y creo que me porté bastante mal cuando lo de nosotros no funcionó. Yo intentaba sacarte de mi cabeza, obligarme a no pensar en ti y la única forma que encontré fue convirtiéndote en un mal recuerdo… pero ya ves, eso no funciona para siempre y lo único que logré fue hacerte daño y ensuciar lo que fue tan lindo–.
Ella estaba impresionada, de ambos. De la sinceridad de él y del cariño que le demostraba con este gesto y de ella que había recibido tan bien la noticia, hasta se alegraba por él, aunque sus palabras y gestos eran necesariamente mesurados.
Algunas horas pasaron entre recuerdos, confesiones, bromas, caricias, miradas y algunos besos robados… como en el crepúsculo de viejos tiempos. Tomaron camino al bus de Esperanza.
Luz roja, segunda fila. Él con los ojos pegados en el tintineo rojizo del semáforo y más allá. Ya no sabía si había hecho lo correcto, tenía ciertas dudas rojizas como los labios de Esperanza. Ella distraída ve por la ventana acercarse a un hombre. Cuando se encuentra más cerca ve que tiene pelo rubio, casi blanco, sus ojos son azules que casi asustan y podría tener unos cuarenta años. Se convence que no lo conoce. Sin embargo, no se extraña de que el hombre se acercara a la ventana y se dirigiera a ellos en el auto para decirles algo, pero en inglés. Luego se aleja. Ya es verde.
Continúa...
6 Comentarios:
mmmm extraño lo que escribiste
uy pero me puso en la situacion
yo no se ke aria
pero en fin
gracias prima por tu apoyo
por tus consejos
y por todo
tkm
en serio
y doy gracias de que exista este maldito vicio de msn
por que es esto
lo que nos a unido en este time
tkm
suerte en todo
y que este bien
...........fla-k............
***yo no ubiese aceptado salir, ni aberme subido al uto**
**el pasado quedo en el pasado{ la vida sigue)**
jajajaj soy anonima jijijijiji
la flacka anonima jiji
mmmm que hacer en una situación así...
Que complicado en mi caso la verdad nose si saldria con alguien del pasado, porque es peligroso a pesar de todo... dicen que no hay que remover cenizas del pasado.
Porque aunque él te venga a contar eso igual es complicado a pesar que te alegres... derrepente con un solo estimulo todo puede volver a explotar.
Ah!!!! me hiciste pensar muchooo... la verdad trataria de salir con alguien del pasado, si me quiere contar algo por telefono, pero en persona quizas no... aunque no se debe escupir al cielo.
Saludosssss y que estes bien, que rico que has vuelto a escribir.-
Creo que liberarse toma su tiempo, pero cuando uno lo consigue crece en lo espiritual y puede entregarse sinceramente a un nuevo amor... Siempre es bello recordar, pero con una sonrisa y sin el peso de lo que pudo ser.
Gracias por ayudarme a encontrar las repuestas.
Me parece una historia conocida...
Me parece que la vida es injusta.
Y me parece que a veces el pasado es una huella imborrable, que amenaza a quienes no se liberan de tanta nostalgia...
Pero no es fácil deshacerse de la nostalgia...
Me parece que la historia termina mal...
Me parece conocido...
Intenso...
Pero una cosa es cierta: De todo se aprende y todo tarde o temprano queda atrás.
Un beso de opio princesa
Encuentros que es mejor ¿olvidar?
Saludos!
pd: también he tenido de aquellos (des)encuentros. No con esas noticias, pero sí con besos de esos que después quieres olvidar.
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