Es Inevitable: Las Personas Pasan
Iba a ir a dormir, justo cuando llega la hora del descanso me pongo nostálgica y me dan ganas de escribir... hoy tarde y sola, no se por qué, me siento abandonada.
Palabras, disfraz de las emociones; transporte de las ideas y espejo de los pensamientos. Engañan nuestros silencios para dejarnos desnudos y desvalidos, a la postre de ojos ajenos y los propios secretos. Espacio para opiniones, tribuna y debate. Simple ventana para los que queremos mirar más allá de nuestro jardín.
Iba a ir a dormir, justo cuando llega la hora del descanso me pongo nostálgica y me dan ganas de escribir... hoy tarde y sola, no se por qué, me siento abandonada.
Hoy es el día para expresar nuestro cariño,hoy es el día para hacer realidad los pensamientos,hoy es el día para dar, para cumplir los sueños;no mañana, mañana puede ser demasiado tarde.La felicidad no se busca,
se vive en cada momento de la vida.Nunca lo olviden.
Me encontré con ... me puse muy nerviosa, creo se dio cuenta.
De repente siento que alguien se para al lado mío como mirándome, con una intención. Habían muchos asientos desocupados.
Miro hacia lo alto y era ... no sabía que hacer. Lo saludé y le dije que nos sentáramos juntos. Sentía verguenza, sentía que no podía ser peor el día en que nos podíamos encontrar, me sentía descuidada y fea, o quizás, el se veía demasiado bien.
Conversamos de nuestras actividades, supe qué era de su vida.
Pensé que era la misma persona que conocía hace años y al mismo tiempo se me hacía un extraño. Una nueva vida, un nuevo ser, pero en el fondo parecía ser lo misma persona.
La forma de hablar, su ropa, los anillos. Era su estilo, de cuando lo conocí y me conoció. Son cosas que no reconocí cuando el tiempo y el lugar nos unió, cosas que ahora me parecen extrañas, podría decir hasta desagradables.
Estaba incómoda pero contenta. Después de todo, no puedo negar que tenía interés en hablarle nuevamente o encontrarme con él.
Nada personal. Ya no tenemos, creo, algo en común, sólo nuestro pasado. A pesar de ello se me hizo familiar y aún así mi cuerpo estaba tenso.
Pensé en insinuarle que nos llamáramos en otra ocasión, pero inmediatamente desistí, tampoco hubo esa reacción de su parte. Mi interior desea que así ocurra.
Al despedirme sólo le deseé que le fuera bien.
Al caminar hacia la puerta, sentía mis piernas temblar, traté de controlarme y no miré hacia atrás... no miré hacia atrás."Mayo, 2001